miércoles, 4 de marzo de 2009

Dificultades Del Aprendizaje Adulto

Según García Arretio, citado por Felix Adam (1971, p.134), estas son algunas de las dificultades del adulto en relación con el aprendizaje:

La perspectiva de alcanzar altas metas soñadas en la adolescencia, se reduce. A veces tienen una exigencia meramente pragmática,

  • Diminuye la curiosidad juvenil.

  • La inteligencia se estanca y la memoria disminuye. No le interesan las ideas abstractas y teóricas, prefiere los problemas de la vida real.

  • Se reduce la reacción sensorial y perceptiva, por lo cual el aprendizaje suele ser más lento.

  • Quien tiene poca experiencia en el estudio se cree poco dotado para el logro de determinadas metas de tipo intelectual.

A los adultos cada vez les cuesta más adaptarse a nuevas situaciones.
Cansancio y escasez de tiempo para dedicarlo al esfuerzo intelectual.

La Educación Del Adulto
La Educación de Adultos es un conjunto de actividades que tienen por objeto capacitar a los individuos después del período escolar para que se adapten a la sociedad en la cual se hayan insertos.

La educación de los adultos que se plantea debe estar relacionadas con su vida, con sus metas, y sobre todo, que tenga un sentido para los diversos elementos de nuestra sociedad. El adulto profesional o que posee un oficio debe reciclarse permanentemente, es por ello que necesita un reaprendizaje, revisar sus conocimientos científicos y tecnológicos, los cuales avanzan y progresan a una velocidad sumamente acelerada. Por ello, la formación y capacitación de los adultos se hace cada vez más necesaria e imprescindible.

El contenido humano social manifiesta en sus pensamientos, indican una tendencia a dignificar al hombre por sobre todas las cosas, dándole un sentido justo al esfuerzo de cada persona por el logro de su propia superación y perfección, sin importar el grado cultural de las razas, su nivel profesional, su credo o partido político. Es por ello, que no se trata solamente de una actitud individual ante la vida y la educación, sino que también tiene que ver mucho con un pensamiento de justicia social y educativa para enfrentar la realidad del progreso y el desarrollo tecnológico mundial.

El objeto de estudio de la Andragogía lo constituye el hombre, considerado como una unidad integral; el Adulto que participa con otros Adultos en el diseño, planificación, programación, desarrollo, evaluación, realimentación y actualización de su propio proceso educativo; concebido como un hecho concreto, con características que le son propias y lo diferencian de adolescentes y niños y que no se limita solamente a participar, sino que requiere un marco teórico de referencia pertinente con orientaciones y tratamientos adecuados a sus particularidades, intereses inmediatos y experiencia.

Cuando se trata de educación de adultos se debe tener en cuenta una serie de percepciones que se agrupan en:
¿Cuáles son las características fundamentales de los adultos que se deben tener en cuenta en el proceso de formación?
¿Qué condiciona el aprendizaje adulto?
¿Cuándo y dónde se debe realizar la educación del adulto?
¿Quiénes son los implicados?
¿Cómo aprenden los adultos?

¿Cuál es la forma adecuada para enseñarles o ayudarlos a aprender?

En este contexto los adultos expresan sus particularidades, ellos “están conscientes de sus necesidades educativas que son lo suficientemente maduros como para seleccionar si buscan o no medios para educarse y en qué forma, que están adecuadamente experimentados a través de la vida y el trabajo; lo cual les permite razonar y aplicar conocimientos particulares a su rango de experiencia, para ser capaces de escoger cuándo y dónde estudiar y aprender, pudiendo medir los costos de dicho aprendizaje (costos, ya sea en términos de tiempo, dinero u oportunidades perdidas). Se asume que los adultos tienen tiempo limitado y que tienen que balancear las demandas de la familia, el trabajo y la educación. Igualmente se puede asumir que estos ya han adquirido un conocimiento propio y del mundo, suficiente para sobrevivir; aunque no puedan controlar su entorno a su gusto.

La orientación adulta al aprendizaje se centra en la vida; por lo tanto, lo apropiado para el aprendizaje son situaciones reales para analizarlas y vivirlas de acuerdo con su proyecto personal de vida y las experiencias acumuladas; en estas circunstancias la formación cobra gran importancia si concuerda con sus expectativas y necesidades personales. Unido a la experiencia, el adulto trata de conservar vivencias, conocimientos, creencias, paradigmas que les fueron útiles en un momento; pero que ya no lo son y, por lo tanto, se convierten en fuente de resistencia interna del individuo.

Dadas estas circunstancias, un requisito básico para el aprendizaje es el “desaprendizaje”. “Desaprender es sencillamente eliminar lo que hemos aprendido que ya no nos sirve y dejar espacio para que lo que necesitamos aprender puede entrar en nuestro cerebro con facilidad. Para realizar esto, el ser humano debe darse la oportunidad de verse a sí mismo como el poseedor de un punto de vista sobre cualquier aspecto y desarrollar la conciencia de la existencia de muchos más puntos de vista que puedan ser tan o más válidos que el percibido por él. Esto obviamente exige el postergar el juicio crítico, lo cual no es una costumbre arraigada en la mayoría de los adultos, mucho menos cuando estos poseen un alto nivel intelectual; pues cuanto más ha invertido en aprender cierta información, mayor compromiso existe en defender esta información ante otra nueva. El desaprendizaje es un eslabón ubicado entre el aprendizaje y el reaprendizaje”.

Los adultos se disponen a aprender lo que necesitan saber o poder hacer para cumplir su papel en la sociedad. Ellos miran la formación como un proceso para mejorar su capacidad de resolver problemas y afrontar el mundo actual; de esta manera pueden desarrollar modelos de conducta en situaciones dadas que le faciliten su adaptación a circunstancias particulares en las que puedan encontrarse en un momento determinado.

La orientación de los adultos para el aprendizaje tiende a la búsqueda de la solución a los problemas que se le presentan en la vida real; con una perspectiva de buscar la inmediatez para la aplicación de los conocimientos adquiridos; cuyos objetivos responden a sus necesidades y expectativas.

Debe adicionarse que el adulto tiene un amplio bagaje histórico, social y cultural, como ente social integrado a formas de vida determinadas; construye su propio conocimiento con ayuda del formador quien se convierte en un facilitador del aprendizaje si tiene en cuenta que los adultos “trabajan, no tienen tiempo, se cansan más rápido, están más motivados, no tienen hábitos de tomar notas ni de estudio y les gusta participar “.

Entre las principales condicionantes del aprendizaje de adultos encontramos:
Forman grupos heterogéneos en: edad, intereses, motivaciones, experiencia y aspiraciones.
-El papel de estudiante es marginal o provisional.
-El interés general gira en torno al ascenso laboral, al bienestar, a la autoestima.
-Los objetivos son claros y concretos, elegidos y valorizados.
-Los logros y éxitos serán deseados intensamente o con ansiedad.
-Existe preocupación por el fracaso.
-Posible susceptibilidad e inseguridad ante las críticas.

Se debe prestar gran atención al entorno de la formación. Los adultos prefieren seleccionar el lugar para llevar a cabo las acciones de formación. Fundamentalmente optan por lugares que se relacionen con sus necesidades. Una gran parte de la formación se realiza en los sitios de trabajo o en lugares donde puedan asociarse positivamente, ya sea en locales de reuniones, en aulas de postgrados, etc.

Los adultos tienen diferentes estilos de aprendizaje; unos prefieren hacerlo en grupos, otros individualmente, algunos optan por la experimentación y otros requieren asesoría; cada vez toma más interés la capacitación en el puesto de trabajo.

Para cada enfoque es necesario programas ajustados a ellos que se adecuen a los estilos de los participantes que serán más receptivos cuando perciban que los objetivos del programa de formación responden a sus necesidades y expectativas.

Los adultos se comprometen a aprender cuando los métodos y objetivos se consideran realistas e importantes y se perciben con utilidad inmediata. El aprendizaje de adultos tiene siempre una implicación personal que deriva en desarrollo, autoconcepto, preocupación, juicios, autoeficacia. Los adultos desean tener autonomía y ser el origen de su propio aprendizaje, es decir, quieren implicarse en la selección de objetivos, contenidos, actividades y evaluaciones.

Los adultos se resisten a aprender en situaciones que creen que ponen en duda su competencia o se vean impuesta. La motivación de los adultos para aprender es interna; lo que se puede hacer es animar y crear las condiciones que promuevan lo que ya existe en los adultos. El aprendizaje adulto se fomenta mediante conductas y actividades de formación en las que se demuestre respeto, confianza y preocupación por el que aprende.

Algunos elementos de la educación andragógica son:
Módulo: significa que un todo ha sido dividido en segmentos, partes, componentes o unidades y cada uno tiene estructura y significación propia, al integrarse conforman, todos ellos, por su interrelación, algorítmica y sistemática un todo estructurado. Por ello es conveniente subdividir el “contenido para aprender” en unidades de aprendizaje.

Instruccional: son instruccionales por que su diseño es de carácter impuesto y directivo, es decir, que ofrecen en su interior o contexto muchas estrategias de enseñanza para guiar y orientar al estudiante de modo que pueda, por sí mismo, lograr y dominar los objetivos educativos, al igual que adquirir los contenidos.

De Aprendizaje: los módulos instruccionales son, esencia, de aprendizaje, por que ellos persiguen que los participantes, en forma independiente y autónoma dominen los objetivos de aprendizaje y adquieran los conocimientos que ellos están facilitando.

Es oportuno resaltar que el diseño instruccional requiere del uso de estrategias de enseñanzas para facilitar y mediar los conocimientos para su pertinente y efectivo acceso, comprensión y construcción de tal forma que los mismos, una vez internalizados por los participantes; puedan ser transferidos y generalizados a nuevas situaciones y a la solución de problemas empíricos o conceptuales.

1 comentario:

  1. Extraño en este artículo un aporte más claro a la vinculación entre la "andragogía" y la "educación a distancia" (como prometía su atractivo título); porque describe de una forma genérica y desde una perspectiva clásica la Teoría de la Andragogía de Knowles.

    Por otra parte, precisamente en Andragogía no se puede afirmar que "un requisito básico para el aprendizaje es el «desaprendizaje»" (sic), porque el aprendizaje de los adultos se construye sobre los conocimientos y las experiencias ya adquiridas. La afirmación contradice todo el resto del artículo y desconoce el sustrato del proceso de aprendizaje de los adultos que está inextricablemente vinculado a las "perspectivas subjetivas" (de cada estudiante adulto y sus respectivos formadores), teñidas por sus respectivas historias personales, experiencias previas y la incertidubre acerca de su futuro.

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